Forgiveme Father for Have Sinned (Revenge)

Hace rato que comencé a poner mis páginas que he recopilado (o al menos las que recuerdo) en mi trayectoria en internet, y que volví a visitar las páginas de mis historias, recordé que en ese boom imaginativo que tuve hace 4-5 años comencé a escribir una historia llamada Forgiveme Father for Have Sinned (Revenge), que estaba protagonizada por mi amiga Abby, y como casi todas mis historias, se desarrollaba en New Jersey.

Lamentablemente, ese escrito se perdió en mi lap pasada (si alguien conoce algún técnico que pueda sacar información de un disco duro de una lap a la que se le metió un virus, lo recompansaré con lo que quiera), y creo que mi imaginación también se quedó en esa lap. Pero bueno, les compartiré lo poco que pude rescatar de esa historia pequeña, que iba a ser la historia más obscura que mi imaginación estaba maquinando.

Capítulo 1

- Listo, ya llegamos - me dijo mi hermano sonriente mientras sacaba las llaves. Yo también sonreí, salí del auto y respiré, el aire era frío, húmedo. Mi hermano abrió la cajuela del auto y comenzó a sacar las maletas y a ponerlas en la banqueta llena de hojas secas. Saqué las llaves de la vieja casa de mi chamarra, subí las escaleras de madera para llegar al pórtico. Abrí la puerta, olía a viejo y, tal vez era mi vista, pero parecía que una densa capa de polvo flotaba en la casa. Sonreí, era bonita la casa, al menos de primer impresión si, era enorme y antigua, aparte nos había costado muy barata y ya venía amueblada, así que ni mi hermano ni yo dudamos un momento antes de comprarla. Aparte necesitábamos salir de New York, así que decidimos irnos a New Jersey. Entré y comencé a quitar las sabanas blancas de los sillones de la estancia.

- Stephen! - le grité a mi hermano

- Eh! - me respondió el desde afuera, regresé al pórtico

- Oye, puedo ir a escoger mi cuarto?

- Claro, pero llévate tus maletas, por favor, ya horita me ayudas con lo demás - fui hacia donde había puesto las maletas y tomé las dos mías, me las cargué y entré de nuevo a la casa. Subí las escaleras y llegué a un pasillo con varias puertas. Las abrí una por una, cuatro de ellas eran habitaciones, una era un baño, otra una cuarto vacío completamente, y la última tenía unas escaleras que suponía llevaban al desván. Me quedé en el segundo cuarto, boté mis maletas en el suelo y bajé de nuevo a ayudarle a mi hermano.

Capítulo 2

Salí a caminar esa tarde, estaba demasiado aburrida en la casa y mi hermano, aunque trataba de animarme, no lo lograba. Le avisé que iba a salir a ver que había alrededor, y él me recomendó que tratara de hacer amigos. Tenía miedo de hacerlo, no quería que de nuevo todos me rechazaran, era difícil vivir en un mundo así cuando eres diferente a los demás. Hacía un viento terrible, pero me gustaba el hecho de que me despeinara hasta el punto de que desacomodara mis lentes. Caminé mucho, pero las calles estaban completamente desiertas, Mountain Road parecía una calle fantasma. Di vuelta en la siguiente calle, había casas con jardines y grandes cocheras, pero también, a excepción de unos niños de unos 10 años que jugaban con sus bicicletas, estaba vacía la calle. Me abroché la chamarra, el aire se estaba poniendo frío. Llegué a una especie de parque que tenía varios juegos oxidados; había columpios con las cadenas rotas, subibajas rotos, pasamanos sin tubos y cosas así, claro que había varios que estaban en buen estado. Entonces me comencé a preguntar si todo Belleville era igual de sombrío.


Me senté en una de las bancas, dejé que el aire chocara contra mi cara mientras escudriñaba una calle que estaba cerca del parque y desde mi perspectiva se podía ver. Ese iba a ser mi camino diario de casa-escuela y escuela-casa. Ya me habían inscrito en la escuela, las clases, para mí, comenzaban la próxima semana. La escuela combinaba secundaria con preparatoria, lo cual no era muy común en New York... Bueno, ni siquiera yo era común, era como un bicho raro entre niños ricos... Bueno, yo no era tan pobre, tenía dinero y gozaba de comodidades, a veces nos íbamos a Manhattan a vacacionar, íbamos todos, mi papá, mi mamá, mi hermano y yo. Ahí nos paseabamos todas las tardes y dormíamos en la casa que teníamos ahí, ya después nos regresábamos a Bayville y todo transcurría normal. Pero desde ese día , ese maldito día todo cambio, mi hermano tuvo que salirse de la escuela para trabajar, para mantener el poco dinero que teníamos ya para sobrevivir los dos solos. Fue tras tres arduos años, años en que los dos cambiamos a fuerza, tuvimos que madurar demasiado en muy poco tiempo y aprender a vivir solos en una gran cuidad; que mi hermano encontró la casa en New Jersey. La casa pertenecía a un viejo amigo de él, bueno, pertenecía a su abuelo que había muerto, pero la renta que pagábamos mensualmente en el apartamento que habitábamos mi hermano y yo era más cara que lo que nos cobraba el amigo por la casa, así que nos decidimos cambiar de casa y de vida.

- Merci pour le venin... - repetía inconcientemente, no sé ni siquiera que significaba eso, pero lo repetía...